Borrando a papá: Rehenes del rencor

Borrando a papá: Rehenes del rencor

Titulo: Borrando a Papá Director: Ginger Gentile y Sandra Fernández Ferreira Clasificación: ATP Género: Documental Duración: 78 minutos.Distribuidora: IndependienteOrigen: Argentina Año Realización: 2014 Fecha Estreno: 02/10/2014   La critica puede contener información sobre la trama de la película (Spoilers).

Más allá de las controversias surgidas en torno al lanzamiento del segundo documental de la cineasta Ginger Gentile (Mujeres con pelotas), en colaboración con Sandra Fernández Ferriera, Borrando a papá (disponible de forma gratuita para todo el público durante unas horas en Youtube) se revela como esencial en primer lugar para respaldar el derecho de cualquier posible espectador a ejercer un acto de libertad y, tras dicha acción, participar o no en el debate generado en torno a la presión de diversas ONG, que boicotearon la película al considerarla promotora de un mensaje peligroso y muy sesgado sobre los protagonistas: padres divorciados que, judicializados y estigmatizados por los tribunales de familia, luchan por restablecer el contacto con sus respectivos hijos, enfrentándose a un sistema judicial que, ante la sospecha de violencia familiar, se ampara en el derecho de la madre, a veces injustamente posicionada como víctima en lugar de victimaria.

Las directoras han seleccionado cinco ejemplos representativos para ilustrar los resortes que movilizan una maquinaria judicial perniciosa, en la cual intervienen intereses de abogados, asistentes sociales, psicólogos y las propias ONG de fuerte orientación feminista. Estas, bajo el pretexto de defender los derechos del niño, sostienen que los adultos en conflicto cuentan con tiempo suficiente para reparar el vínculo. En realidad, en todo divorcio traumático, donde las partes no velan por el bienestar de sus hijos, el daño colateral recae en ellos, a menudo convertidos en blanco de rencores de los padres debido a los fracasos de la relación. Esto se evidencia cuando los testimonios a cámara convergen bajo las mismas coordenadas de enfrentamiento con madres que se niegan a comprender y utilizan su poder para asumir la crianza de los niños de manera exclusiva y excluyente. Un ejemplo de esto se presenta a través de una cámara oculta incisiva, que constituye una muestra palpable de este mosaico de relatos recopilados por Gentile.

El estilo ágil en la edición también permite escuchar la otra perspectiva, a través de voces que defienden a ultranza el sistema judicial y buscan minimizar sus falencias o errores. El contraste entre abogados a favor de los padres y psicólogos en su contra, con los conocidos argumentos del síndrome de alienación parental, entre otros, funciona, desde el punto de vista dialéctico, para establecer la posición de las realizadoras, considerando que Ginger Gentile misma experimentó el distanciamiento de su propio padre divorciado debido a la influencia de su madre y su discurso engañoso.

Sin pretensiones de verdad absoluta y sin descender a directrices ofensivas, Borrando a papá merece su estreno comercial (ahora programado para el 2 de octubre, cuando inicialmente debió llevarse a cabo el 28 de agosto). Aquellos que boicotean la película, por las razones que sea, merecen el repudio.

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